
TÍTULO: Harry Potter and the Cursed Child
LIBRETISTA: Jack Thorne (basado en la idea original de JK Rowling, John Tiffany y Jack Thorne)
GÉNERO: fantasía, drama, aventura.
ARGUMENTO: La octava historia de Harry Potter cuenta los hechos ocurridos diecinueve años después. Siempre fue difícil ser Harry Potter y no es más fácil ahora que trabaja en el Ministerio de Magia, es marido y es padre de tres alumnos de Hogwarts. Mientras que Harry se enfrenta a un pasado que se niega a quedar atrás, su hijo más pequeño Albus soportará el peso de un legado familiar que nunca quiso. El presente y el pasado se colapsarán y padre e hijo tendrán que aprender una desagradable verdad, y es que, a veces, la oscuridad puede venir de los lugares más inesperados.
TEATRO DE ESTRENO: Palace Theatre, London
AÑO DE ESTRENO: 2016
PRODUCCIONES:
______En Palace Theatre (Londres), desde julio de 2016 y continua.
______En Lyric Theatre (Nueva York), desde septiembre de 2017 y continua.
PREMIOS: hasta la fecha, la producción original en Palace Theatre acumula 21 premios y otras ocho nominaciones. Entre ellos, ha ganado en las categorías "Mejor obra de teatro" en los Evening Standard Theatre Awards, y dos veces "Mejor nueva obra de teatro" en los WhatsOnStage Awards y los Laurence Olivier Awards. Tiene premios en otras categorías como "Mejor director", "Mejor sonido", "Mejor vestuario" y "Mejor iluminación".
MÁS INFORMACIÓN Y ENTRADAS: web oficial.
OPINIÓN PERSONAL:
Lo primero y más fundamental, ya que la mayoría se habrá leído el guion con anterioridad, ver la representación de la obra es un auténtico lujo y una experiencia incomparable a leer el libro. Es caro hacer el viaje (y también las entradas, no nos vamos a engañar, aunque está el "Friday Forty" que sale más barato pero es una lotería), pero si tenéis la oportunidad yo la recomiendo. Los actores, aunque ha habido algunos cambios desde que se estrenó en julio y sin contar con que haya sustituciones por enfermedad o si lo estamos viendo en Londres o Nueva York, hacen un trabajo excelente. Eso unido al hecho de que "no es una obra de teatro más", en otras palabras, se han currado mucho el vestuario, los efectos de luces y sonido y la magia, hacen que no desconectes ni un solo segundo. La obra está dividida en dos partes y en conjunto dura unas 5 horas, ¡pero se hace cortísimo! ¡El tiempo pasa volando! La sensación de dinamismo que da la obra sobre el escenario es increíble e imposible de obtener con el libro. En definitiva, yo recomiendo a cualquiera que tenga la oportunidad ir a ver Harry Potter and the Cursed Child.
Por cierto, yo fui al Palace Theatre en Londres y el teatro es una auténtica pasada. Aunque suene tonto, es una razón más para ir a ver la obra de teatro. Si nunca has experimentado el teatro de lujo, créedme cuando os digo que esto lo es.